Seguridad y ecología: cascos reciclados pronto en el mercado
La moto es sinónimo de libertad, velocidad y, a veces, un poco de riesgo. Sin embargo, la seguridad sigue siendo una prioridad. Aquí es donde un proyecto podría revolucionar el mundo de los motociclistas: los cascos de moto reciclados. ¿Alguna vez te has preguntado qué pasa con tu casco cuando ya no es utilizable? Bueno, cada año, una tonelada de cascos terminan en la basura. Pero eso era antes de un innovador proyecto lanzado por AGV, uno de los líderes del mercado. Si todo va bien, pronto podríamos tener cascos reciclados, más ecológicos y tan seguros como siempre. Entonces, ¿cuál es el trasfondo de esta iniciativa?
¿Por qué reciclar los cascos de moto?
Es un hecho: cada año, cientos de miles de cascos de moto terminan en los vertederos. ¿Pero por qué sucede esto? Por varias razones. Primero, está esa regla que puede parecer un poco estricta: ante la mínima caída, incluso si solo dejaste caer tu casco al suelo, tienes que reemplazarlo. Pero eso no es todo. Los cascos también tienen una fecha de caducidad. Aunque nunca hayas tenido un accidente y cuides bien tu moto, tu casco debe cambiarse cada 5 a 7 años. ¿Por qué? Porque los materiales pueden degradarse con el tiempo, al igual que un casco de bicicleta. Ahí es donde los desechos se acumulan, y se convierte en un verdadero problema.
¿Qué es el proyecto de reciclaje de cascos?
Entonces, ¿cómo cambiar esta situación? Un consorcio de empresas liderado por AGV ha lanzado un proyecto para el reciclaje de cascos de moto. Su objetivo es hacer que el ciclo de vida de estos cascos sea más circular, más sostenible. Concretamente, esto significa reciclar los cascos al final de su vida útil en lugar de desecharlos, para recuperar el material plástico y reutilizarlo en la fabricación de nuevos cascos. Es una iniciativa ecológica que busca reducir los desechos mientras satisface una necesidad crucial de seguridad.
Las etapas del reciclaje: de la recolección a la fabricación
El proyecto, que cuenta con el apoyo de la Unión Europea, comienza con una etapa fundamental: la recolección de los cascos usados. Y aquí es donde el desafío se plantea. Para que el proyecto funcione, se necesita una organización logística eficiente para recuperar todos esos cascos. Un especialista en «logística inversa» ha sido integrado al equipo para gestionar la recolección y el retorno de los cascos. Pero no se detiene allí: las tiendas de motos también participarán organizando la devolución de los cascos al final de su vida útil.
Una vez recolectados, estos cascos serán enviados a una nueva planta dedicada especialmente a su reciclaje. Allí, los cascos serán desensamblados y sometidos a un tratamiento químico. El objetivo: recuperar el plástico y reutilizarlo para fabricar nuevos cascos. Es un proyecto ambicioso que pretende crear un verdadero circuito circular, como ya se ve en otros sectores.
Los desafíos a superar para que funcione
Como todo proyecto industrial, este encuentra varios desafíos, especialmente del lado de la seguridad. Porque, seamos claros, nadie quiere un casco que sea menos seguro que los que usamos hoy. Los cascos reciclados deben ser tan seguros como los fabricados de manera tradicional. No es una opción, es una necesidad. Antes de avanzar, el consorcio probará un primer lote de 5,000 cascos reciclados para validar las técnicas de fabricación y asegurar que todo sea seguro. Si todo va bien, la Comisión Europea podría decidir hacer obligatorio el reciclaje de cascos, como ya lo ha hecho en otros sectores industriales. Pero antes de pasar al siguiente paso, todo debe ser perfectamente probado y validado. La seguridad de los motociclistas sigue siendo la máxima prioridad.