Moto: ¿Por qué caen las ventas y qué hacer frente a la crisis del mercado?
Las motos, scooters y otros vehículos de dos ruedas no están pasando por su mejor momento. En 2024, las ventas cayeron un 9 % en Francia, lo que representa una situación preocupante para los fabricantes y los entusiastas de las motos. Entre nuevas normas, nuevos hábitos de traslado y la falta de atractivo de lo eléctrico, la situación parece complicarse para los motociclistas. Entonces, ¿qué está pasando realmente en el mundo de las dos ruedas y cómo remediarlo? Vamos a analizarlo.
Cifras preocupantes: ventas en caída libre
2024 no ha sido un buen año para las motos, scooters y demás vehículos. El mercado de los dos ruedas experimentó una caída del 9 % en sus ventas globales, con solo 1,068,449 matriculaciones, frente a las 1,170,377 del año anterior. Esta caída es mucho más pronunciada que la observada en 2023 (-2 %) y 2022 (-6 %). La edición 2024 confirma que el mercado está en crisis, especialmente en el segmento de motos usadas. Las ventas de motocicletas de segunda mano, que representan una gran parte del mercado francés, cayeron un 11 %, pasando de 886,041 a 788,085 transacciones. En cuanto a los vehículos nuevos, la disminución fue más leve, con una caída del 1,4 %.
Pero eso no es todo, ya que lo eléctrico tampoco ha logrado seducir. Las motos eléctricas, que podrían representar una alternativa ecológica y de moda, registraron una caída del 8 %, con solo 39,038 matriculaciones en 2024.
La explicación detrás de esta crisis
Las razones de esta caída son múltiples. Podríamos hablar de las restricciones de circulación cada vez más numerosas, que afectan negativamente el deseo de comprar una moto o un scooter nuevo o de segunda mano. Tomemos el ejemplo de las Zonas de Baja Emisión (ZBE): cerca de 40 aglomeraciones han reforzado estas zonas, prohibiendo el acceso a los vehículos más contaminantes. Los motociclistas se enfrentan a restricciones que hacen que su moto sea menos práctica.
Además, la generalización del estacionamiento pagado en grandes ciudades como París, con normativas que se endurecen desde 2023, complica aún más la situación. Para colmo, desde abril de 2024, un control técnico es ahora obligatorio para todos los dos ruedas con más de 5 años, con verificaciones estrictas sobre seguridad y contaminación. No es muy motivador para quienes pensaban comprar un modelo de segunda mano, ¿verdad?
El mercado de segunda mano y lo eléctrico: caminos que no llevan a nada
Si nos enfocamos en el mercado de segunda mano, resulta cada vez más difícil encontrar una buena oferta. Las motos usadas, que solían ser una solución económica, ahora sufren debido a la baja demanda, acentuada por la aparición de nuevas formas de movilidad, como las patinetas eléctricas y las bicicletas con asistencia eléctrica. Estos medios de transporte evaden la mayoría de las restricciones impuestas a las dos ruedas matriculadas, como el estacionamiento pagado y el control técnico.
Lo eléctrico, aunque está en boca de todos, aún encuentra dificultades para despegar. Para las motos eléctricas, ocurre igual. Los modelos sufren de rendimientos limitados, especialmente en cuanto a autonomía, lo que enfría a los compradores potenciales. Además, los bonos ecológicos que ofrecían beneficios financieros para la compra de un vehículo eléctrico desaparecieron a finales de 2023, lo que no incentiva a realizar la transición energética.
La aparición de alternativas: coches sin licencia, carsharing y transporte público
También hay que considerar la aparición de otras alternativas de movilidad. Los coches sin licencia, incluso eléctricos, han ganado mucha popularidad en los últimos años.
La excepción: motos de placer, más buscadas que nunca
Sin embargo, hay un rayo de esperanza en esta sombría situación. Algunos modelos de motos, especialmente roadsters, deportivas y trails, siguen teniendo un aumento significativo en sus ventas. Estas motos, vistas más como un placer de fin de semana o para paseos en zonas rurales, han visto crecer sus ventas en un 39 %, 36 % y 13 %, respectivamente. Los motociclistas parecen dejar de lado la funcionalidad de la moto para priorizar la pasión, la diversión y la libertad que una moto puede brindar. Esto también es cierto para aquellos que optan por una moto para las escapadas de fin de semana, lejos de la jungla urbana. Además, las aseguradoras han adaptado sus contratos ofreciendo planes modulares según los kilómetros recorridos, lo que hace que estas motos sean un poco más accesibles económicamente.
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