La Sepanso solicita la cancelación de una carrera de motos en las playas de Hossegor
Entre las motos rugientes, las dunas vibrantes y el aroma salado del océano, la Ronde des Sables es un evento indispensable para los entusiastas de las emociones intensas. Sin embargo, esta carrera legendaria en las playas de Hossegor está causando controversia. Con su 30ª edición programada para noviembre de 2024, el evento se encuentra en medio de una tormenta. Una asociación para la protección de la naturaleza, La Sepanso, está alzando la voz y exige su cancelación, calificándola de «aberración». Frente a ellos, los organizadores y la Federación Francesa de Motociclismo están decididos a no rendirse. Ponte el casco y acompáñanos en este duelo entre los amantes de los deportes de motor y los defensores del medio ambiente.
El encuentro cara a cara entre La Sepanso y la Ronde des Sables
La Sepanso de Las Landas no es de andarse por las ramas. En un comunicado reciente, la asociación alerta sobre los daños que la Ronde des Sables provoca al medio ambiente. Las dunas, ya afectadas por la erosión marina, sufren un golpe significativo durante esta carrera según ellos. Para ellos, hacer que las motos rugan en un ecosistema frágil es una herejía que debe detenerse de inmediato.
El trazado de 6.5 km entre las playas de Soorts-Hossegor y Seignosse está en el centro del problema. La Sepanso acusa la preparación del terreno, con sus máquinas de construcción, de transformar estas playas en zonas en obras durante dos semanas. Y cuando los 950 pilotos encienden sus motores, son cerca de 5000 horas de rodaje, equivalentes a 70 viajes de ida y vuelta París-Nueva York, las que ensombrecen el panorama. Cifras que han puesto a los organizadores en alerta.
La otra versión: los organizadores se defienden
Del lado de los organizadores, no se quedan de brazos cruzados ante las críticas. El presidente del Moto Club de las Playas, Cédric Boizieau, defiende con uñas y dientes la carrera. Para él, todo está hecho cumpliendo con las normativas. El trazado evita las zonas más sensibles de las dunas, y las motos son cuidadas para evitar cualquier derrame en la arena. Como toque final, un tapete impermeable se coloca en las áreas de abastecimiento para minimizar al máximo los daños.
En cuanto a las cifras presentadas por la Sepanso, la Federación Francesa de Motociclismo las rebate. Según ellos, la carrera representa solo el 4 % de la huella ecológica total del evento. No es algo de lo que preocuparse demasiado, según ellos.
Deportes de motor: entre imagen y sostenibilidad
Más allá de las críticas ecológicas, la imagen misma de los deportes de motor está bajo escrutinio. Admitámoslo, las motos suelen rimar con contaminación y ruido. Y en una época donde cada gramo de CO2 es vigilado de cerca, las críticas son constantes. Pero los organizadores saben que deben adaptarse. Según ellos, la Ronde des Sables está haciendo esfuerzos para mantenerse dentro de los límites: trazado optimizado, prácticas eco-responsables, todo está en marcha.
Para Cédric Boizieau, el desafío supera este evento en particular. Se trata del futuro del deporte de las motos. Si se comienza a cancelar eventos como este, toda una cultura podría sufrir un retroceso.
Medio ambiente y compromisos: encontrar la trayectoria correcta
Obviamente, no se puede ignorar la protección de las dunas y de los espacios naturales. La fragilidad de estas áreas merece ser tomada en serio. Pero, ¿prohibir la Ronde des Sables es la solución definitiva? No está claro. Después de todo, los organizadores afirman que ya están limitando los impactos. Tal vez otra camino sea viable: revisar el trazado, elegir zonas menos sensibles o incluso reducir la huella de carbono optimizando la logística. Una cosa es segura, los motociclistas y los ecologistas deben encontrar un terreno común. Porque al final, es el diálogo lo que puede salvar la carrera… y las dunas.