El Ministerio de Transportes da luz verde a una estrategia ambiciosa para disminuir un 50% el consumo de electricidad y las emisiones en la Red de Carreteras para el año 2030

El Ministerio de Transportes ha aprobado una estrategia ambiciosa que tiene como objetivo reducir en un 50% el consumo de electricidad y las emisiones generadas por la Red de Carreteras del Estado para el año 2030. Esta iniciativa busca avanzar hacia un modelo de movilidad sostenible, disminuyendo la dependencia de los combustibles fósiles, y se fundamenta en la modernización de infraestructuras y la adopción de tecnologías más eficientes. Con una inversión prevista de 457 millones de euros, se implementarán diversas medidas de eficiencia energética que beneficiarán tanto al medio ambiente como a la sociedad en su conjunto.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha aprobado una estrategia ambiciosa que tiene como objetivo reducir en un 50% el consumo eléctrico y las emisiones generadas en la Red de Carreteras del Estado para el año 2030. Esta iniciativa cuenta con una inversión de 457 millones de euros y busca fomentar la eficiencia energética y disminuir la dependencia de los combustibles fósiles mediante la modernización de infraestructuras y flota de vehículos.
Inversiones significativas para un cambio sostenible
Con el propósito de impulsar la eficiencia energética, se ha previsto una inversión significativa que será destinada a la implantación de sistemas más modernos. La estrategia contempla no solo la reducción del consumo eléctrico, sino también la transformación sostenible de la flota de vehículos utilizados en la Red de Carreteras.
Componentes clave de la estrategia
La publicación del documento relacionado con esta estrategia en el Boletín Oficial del Estado coincide con el cumplimiento de uno de los hitos comprometidos con la Comisión Europea. Este hito se enmarca en el componente 6, que se enfoca en la movilidad sostenible, segura y conectada.
Modernización del sistema de iluminación
Una de las medidas más destacadas es la modernización del sistema de iluminación en las carreteras, que involucrará el cambio de luminarias de vapor de sodio a iluminación LED, además de la implementación de sistemas de gestión inteligente para la regulación de la luminosidad según la presencia de vehículos y personas. Estas medidas prometen un ahorro energético estimado entre el 50% y el 80%.
Optimización del consumo energético en túneles
En la actualidad, el consumo eléctrico anual de la red de carreteras es de 146 GWh, con un 73% correspondiente a los túneles. Esto se traduce en un costo anual que oscila entre 30 y 40 millones de euros, lo que destaca la necesidad urgente de optimizar estos sistemas para responder a la estrategia de sostenibilidad.
Proyectos en marcha para una transformación efectiva
Existen numerosos proyectos en desarrollo que buscan modernizar los sistemas de iluminación y priorizar aquellos que serán financiados por el Plan de Recuperación. Además, se planea implementar un nuevo sistema de gestión de consumos y renovar la flota propia de vehículos de la Dirección General de Carreteras.
Objetivos para el futuro
Uno de los objetivos firmes es que para 2030 el 55% de la flota sea eléctrica o híbrida, lo que requerirá una inversión de aproximadamente 10 millones de euros. Esta transformación es esencial para avanzar hacia un modelo más sostenible y cohesionado dentro del ámbito de la movilidad.
Compromiso con la sostenibilidad en las licitaciones
La estrategia de eficiencia energética también abarca medidas que fomentan la sostenibilidad en las empresas dedicadas a la conservación y explotación de la red de carreteras. Se han incorporado cláusulas de sostenibilidad en los pliegos de licitación, orientadas a mejorar la eficiencia energética en estos sectores.
Plan de Acción para cumplir los objetivos
Con el fin de ejecutar de manera eficaz los objetivos estipulados en la estrategia, la Dirección General de Carreteras está elaborando un Plan de Acción. Este plan incluirá la revisión y actualización constante de la inversión necesaria para la ejecución de los diferentes proyectos, asegurando así una implementación efectiva de las medidas propuestas.
Análisis de la situación actual y proyecciones futuras
La estrategia propone un análisis completo de la situación actual de consumos y presenta objetivos ambiciosos a medio y largo plazo. Estas proyecciones no solo contemplan la reducción del consumo, sino también un enfoque integral que abarca las líneas generales de las medidas a implementar y una estimación global de su coste, que será financiado principalmente por los fondos Next Generation-EU.
Estrategia de Eficiencia Energética 2030
La reciente aprobación por parte del Ministerio de Transportes de una estrategia ambiciosa para reducir un 50% el consumo eléctrico y las emisiones en la Red de Carreteras marca un hito significativo en las políticas de sostenibilidad del país. Esta estrategia se enmarca dentro de un contexto global que demanda acciones contundentes frente a la crisis climática, donde un enfoque proactivo se convierte en una necesidad.
La inversión de 457 millones de euros destinada a la eficiencia energética y a la modernización de las infraestructuras es un paso crucial hacia la disminución de la dependencia de los combustibles fósiles. Esta inyección de capital fomentará la implementación de tecnologías más avanzadas, incluyendo sistemas de iluminación LED y la transformación de la flota de vehículos hacia opciones eléctricas e híbridas.
El impacto de estas medidas se refleja no solo en el ahorro energético, que se estima entre el 50% y el 80% en comparación con la iluminación tradicional, sino también en la reducción significativa de la factura eléctrica del sistema de carreteras. Con un consumo anual que supera los 146 GWh, alcanzar objetivos de menor demanda energética tendrá repercusiones positivas tanto a nivel económico como ambiental.
Adicionalmente, el desarrollo de un Plan de Acción permitirá una gestión más efectiva de los recursos y mantenimiento de las políticas implementadas. Este enfoque integral busca no solo cumplir con los objetivos establecidos para 2030, sino también crear un modelo sostenible que pueda ser un referente en la movilidad y la gestión de infraestructuras en el futuro.